El tiempo

viernes, 14 de mayo de 2010

Homenaje a un valiente

Como sabéis el autor de este blog falleció el 14 de abril y desgraciadamente me toca a mi hacer la última entrada, pero se lo debo aunque a cada letra la acompañe una lágrima.
Quiero rendir homenaje a mi marido por su valentía para afrontar algo tan duro, por su generosidad para con sus seres queridos y sobre todo por el amor que nos ha demostrado en estos momentos tan difíciles.
Panchito allá donde estés quiero que sepas que nos has dejado un vacío muy grande, que yo me siento como si me hubieran cortado por la mitad, hoy hace un mes que te fuiste y tengo la sensación que que hace un siglo que no te veo, que te echo tanto de menos que a veces se me hace insoportable, que me parece mentira que no vayas a aparecer en cualquier momento por la puerta preguntando que vamos a cenar, que echo de menos hasta tu inconformismo con todo.
Tu valor, tu fuerza y tu entereza para afrontar esta maldita prueba que nos ha puesto la vida me han hecho crecer como persona, tú decías que sin mi no hubieras aguantado ni la mitad de tu enfermedad, que equivocado estabas....no te diste cuenta que era al revés que era yo la que sin ti no hubiera soportado con serenidad y cordura este infierno por el que nos ha hecho pasar quien quiera que mueva los hilos de este mundo.
Gracias corazón mio que el amor inmenso que has demostrado hacía los tuyos hasta el final y por quererme como me has querido.
Siempre te llevaré conmigo y me encargaré de que los más pequeños no te olviden nunca y te sigan queriendo como lo hacen ahora.
Te quiero.

lunes, 8 de febrero de 2010

Radioterapia, nueva etapa.

Bueno pues el día 2 de febrero empecé mis sesiones de radioterapia. Una nueva experiencia en este caminar que me ha tocado. Me están dando dichas sesiones en una clínica concertada con el SAS que se ubica en el Limonar, se llama CROASA. La verdad es que es un sitio relajante en el que no hay pasillos llenos de enfermos deambulando, ni familiares agolpados a las puertas de las consultas. En ese sentido me alegra no estar en Carlos Haya.

Respecto a la radioterapia contaros que es algo inocuo, o sea, no se siente nada, no duele ni altera. Tan solo me han dicho que a partir de la octava o novena sesión puedo tener retortijones de estómago o algo de diarrea. De momento todo va bien. Llego a la clínica, me desnudo de cintura hacia abajo, me colocan en una camilla, y una máquina empieza a bombardear la zona desde distintos ángulos durante unos cinco minutos. Se acaba la sesión, me visto y a casa. Así estaré durante unas quince sesiones, son diarias de lunes a viernes.

Me encuentro bien, tan solo la hinchazón de la barriga y un estreñimiento han hecho durante unos días que me venga abajo. Durante la noche me levanto de cinco a seis veces a orinar, al parecer es normal según el radioterapeuta.

Ahora solo quiero acabar con la radioterapia y volver a la quimio para el pulmón, esto es lo que realmente me preocupa. Bueno, os dejo, no tengo el ánimo muy allá, y no me apetece seguir delante del portátil. Un abrazo. Cuento con vuestro apoyo.

martes, 12 de enero de 2010

Adenocarcinoma a 17 cms del recto

Bueno, pues el resultado de la patología de la colonoscopia que me hice dice que tengo un adenocarcinoma que por supuesto habrá que quitar. He visitado a mi oncólogo y éste me ha dado cita con el cirujano. Este último me dice que no podemos operar, los riesgos son altos y mi vida correría peligro. Tengo dos operaciones muy recientes, a ello hay que unir el global de la situación, es decir, las lesiones en el pulmón no ayudan.

Así pues, tras hablar cirujía con oncología deciden someterme a radioterapia y controlar el tumor; así con radioterapia y alternando con quimio para el pulmón se controlaría la situación. Al menos en principio es lo que me comunican y yo lo acato. No queda otra.

La semana próxima visitaré al radioterapeuta y me dirá si esta conforme con la decisión del cirujano y oncólogo. Si ello es asi, comenzaremos un proceso que no se cómo acabará, pero que sin duda habrá que confiar en los médicos y la ciencia para seguir adelante en esta lucha por vivir.

No quiero preocupar a nadie, quiero optimismo a mi alrededor, nada de malas caras ni gestos de preocupación. Ya me encargo yo de tener mis ratillos de miedo e incertidumbre. Hala, un abrazo a todos y a pensar en cosas bonitas y agradables.