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martes, 13 de mayo de 2008

El patio de las desvergüenzas

Los platos de televisión están siendo testigos en los últimos años del todo vale. Los contertulios de programas del corazón están dejando perplejos a propios y extraños por sus comentarios soeces, por su limitada cultura y sobre todo porque nadie se explica cómo han conseguido un micrófono con el que ahuyentar las necias audiencias.

Ex mujeres de toreros, drogadictos reconocidos, cantantes venidos a menos, ex concursantes sin gloria, toda una fauna de lo más pintoresca que pretenden en cualquier franja horaria entretener, llenar minutos de ocio....o al menos eso pretenden.

Mi duda es si realmente todo esto entretiene, yo creo que no, salvo que los españoles hayan cambiado su concepto de entretenimiento. Y es que hablar de lo que come un conde, o del problema de encontrar modisto para una boda, o de los cuernos a la luna de los famosillos de turno, eso señores, no es entretener, eso es repartir mierda a los cuatro vientos.

A todo ello, hay que sumarle la iniciativa un tanto curiosa de la hermanísima de la princesa Leticia, que quiere ir por las calles de este país con una orden de alejamiento de cámaras y paparazzis a su favor. Esta mujer no quiere privilegios de la justicia, aunque creo que sale por puertas de atrás en centros públicos, para eso si quiere ser la hermanita de Doña Leticia.

En parte comprendo a la señora Telma, un infierno debe pasar ella cada vez que sale a la calle, rodeada de una marea de supuestos licenciados en periodismo. Ella no es más víctima que nosotros, los espectadores.

Creo que más que un apagón analógico, debería de cerrarse el patio de las desvergüenzas, y abrir un espacio para la inteligencia venida a menos.