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jueves, 24 de abril de 2008

Hablar por hablar

No hay hoy día persona con la que no se pueda dialogar de los mas variopintos temas. Y no es que uno se reúna con frecuencia con portentos en diversas materias es que he llegado a la conclusión de que a veces entramos a discutir cosas que desconocemos por completo. En cambio ante el desconocimiento el ser humano no se amedrenta y da su opinión y a veces hasta llega a discutir sobre el tema con alguna que otra pretensión.

Antes las buenas charlas, las tertulias de café se desarrollaban entre personas del mundo de la cultura, de las letras, del ámbito científico, etc. Todo esto se ha perdido, entre otras cosas porque lo que hoy centra la mayoría de las tertulias no son mas que temas de lo más vulgar. A ello ha contribuido sin duda una TV que hoy nos tiene acostumbrados a diálogos rosas y amarillos, temas sin esencia alguna para el resto de mortales.

En esos programas se pone de relieve que para ser contertulio no se exige ni estudios ni cultura mínima alguna. Aún no puedo creer como el “rey del pollo frito” sea hoy hombre de cultura, columnista y miembro de debates sociales cuando hace unas décadas se limitaba a orinarse en sus conciertos.

La cultura ha cambiado, el lenguaje SMS esta creando hábitos entre los más jóvenes que ponen en peligro nuestro diccionario de la real academia, nuestra gramática tradicional y dios sabe que más nos deparará todo esto.

Pero vuelvo al principio, ¿qué lleva a personas a conversar sobre temas que desconocen totalmente? He presenciado charlas en las que alguna persona discutía acaloradamente sobre un tema que desconocía, cayendo en el más enorme de los ridículos, sin embargo allá estaba él erre que erre. Pienso que con frecuencia queremos integrarnos en grupos, pandillas, entornos sociales y la única forma de meter cabeza es interrumpir una conversación aunque sea emitiendo juicios descabellados y faltos de toda lógica.

Por ello, a veces me tengo que reir de algunas personas de los que en el sur llamamos “entendidillos” aunque tambien me pregunto ¿y uno, no habrá caído alguna vez en ese error?