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miércoles, 4 de junio de 2008

La cultura que viene

Revistas, periódicos, teletextos, internet, news, radio, televisión...muchas son los medios a nuestro alcance hoy día para estar informados de todo lo que acaece en cualquier parte del mundo. Hoy no cabe lugar al aislamiento del conocimiento. La sociedad actual tiene la tremenda suerte de acaparar noticias a cualquier hora del día.

Imagino que así la cultura media ha debido de subir considerablemente sus niveles. El que no se informa es porque no quiere. A pesar de ello aún podemos ver como nuestros estudiantes de primaria y secundaria vierten en los exámenes respuestas tan disparatadas que me evocan la época primitiva.

Un ejemplo de ello lo podemos ver en http://www.lacoctelera.com/yaestaellistoquetodolosabe/post/2006/02/01/las-respuestas-mas-curiosas-y-divertidasen-examenes-la-eso- de estas respuestas solo podemos avergonzarnos, y me lleva a pensar que nuestra juventud no sabe a donde quiere ir ni cuál es su papel en una sociedad en la que parecen vivir de espaldas a la realidad.

Precisamente son los más jóvenes los que hoy tienen la suerte de tener los medios a su alcance para acceder a las pistas de la información. Todos disponen en casa de conexiones de alta velocidad a internet, pero que tan sólo usan para el ocio, y dentro de éste no cabe la cultura del conocimiento, ellos solo apuestan por los chat, los juegos on line, etc.

Los libros de texto a todo color, con magníficas fotografías, perfectos encuadernados solo sirven a ellos para acumularlos y poder apoyar sobre ellos la nueva consola de videojuegos.

Asistimos a un desentendimiento por parte de la juventud de todo aquello que según ellos “no mola”. Si los alumnos de los años 50 hubiesen podido tener a su alcance los medios de que disponen hoy día los preuniversitarios, España sería un país exportador de grandes talentos. Antes, acceder a la educación no era fácil, el trabajo antes de los 12 años en el campo, ayudando en las tareas del hogar, etc provocaban que acudir al colegio era tan solo un privilegio de unos pocos: el hijo del boticario, la hija del alcalde y poco más.

Hoy la realidad es bien distinta, acceso gratutito para todos, profesionales cualificados al frente de la enseñanza, ordenadores para todos, infinidad de libros de texto...y todo en manos de una generación que sólo cultiva el ocio. Dentro de treinta años preguntar en un examen quién fue Camilo José Cela será ser muy duro con unos estudiantes que asisten impasibles a todo lo que acaece.