El tiempo

lunes, 30 de junio de 2008

Decisiones poco decididas

Siempre me ha parecido curioso saber cuáles son los motivos que inducen a un comprador a decidirse por un modelo u otro de vehículo. El bombardeo de publicidad al que estamos sometidos en televisión y en paneles en carreteras bien pudiera bastar para hacernos una idea del coche de nuestros sueños.

Pero estoy seguro que la idea inicial que tenemos se nos desmorona como castillo de naipes cuando en la elección participan personas de nuestro entorno más cercano. A veces las señoras influyen en sus maridos con argumentos tales como que Fulanita se ha comprado un coche que dice que es el mejor, y la envidia hacia esa vecina hace que la elección acabe en tablas, donde las argumentaciones de motor y consumo topan con las charlas de patio entre mujeres.

Luego los hijos nunca permanecen al margen, aunque el coche es para papá y el será el que lo pague, los más jóvenes siempre dan su opinión, es más, a veces los padres recurren a su opinión por aquello de que siempre están a la última en todo. Y ahí surgen los conflictos, si papá quiere una berlina, el hijo dice que lo ideal será un coupé, alegando que papá parece más joven en el deportivo. Y claro ante esas razones papá piensa que es momento de quitarse unos añitos de encima y hacerse con un modelito que cause furor entre los vecinos del barrio.

Pero mamá sospecha que su marido con ese coche va buscando algo más que un medio de locomoción. La polémica está servida. Que si dónde vas a tus años con ese coche, que a tu edad parecerás ridículo en un coche para jóvenes...etc etc.

Al final papá pospondrá la compra unos meses, oir ambas partes puede ser enloquecedor, pero lo peor de todo es que al final optaremos por el coche que simplemente nos regale un juego de alfombrillas o simplemente veinte euros en gasolina. No somos más que unos títeres en el mundo del consumismo, donde a veces los criterios de elección no son nada racionales.

viernes, 27 de junio de 2008

Otros tiempos, otras modas.

Conforme aumentan las velas de una tarta empezamos a dejar de hacer aquellas cosas para las que creíamos que habíamos nacido. Por ejemplo ir al cine de verano a pegarse un atracón de gominolas, frutos secos y el helado estrella en vez de ver la película taquillera del verano era una de las cosas que junto con otros jóvenes y amigos hacíamos con el mayor de los deleites.

O quien no se ha tirado horas arrojando piedras al mar para ver quien conseguía el mayor número de botes en el agua, hoy casi nos sentiríamos ridículos con dicha pose.

Pasarnos horas pegados a las máquinas de petaco y ver cómo los mas mayores conseguían altas puntuaciones y se hacían partida sin poder disfrutar nosotros mismos del juego, hoy, me parecería de masoquismo puro.

Estar pegados a la pequeña pantalla disfrutando de dibujos animados como Heidi, Marco, Vicky el vikingo o el Oso Yogui mataría del aburrimiento hoy a los más jóvenes.

Oir a Parchís o a Enrique y Ana provocaría risas entre la juventud actual y casi pavor el simplemente contarlo.

Y es que pertenecemos a una generación que se divirtió con cosas que hoy están desaparecidas, en desuso o simplemente abolidas por una generación que necesita de grandes emociones y otros aspectos de la vida que provoquen otras sensaciones, como dicen ellos, más fuertes.

Antes se leían tebeos y hoy se juega en consolas con aventuras gráficas casi reales donde apenas hay que poner imaginación. Quizás sea eso de lo que carezcan estas nuevas hornadas, y sus mentes no verán mas allá de sus narices. Hoy no se sueña con Melchor, se le pide a papá la Visa para que vaya al Corte Inglés y pague la consola de última generación.

Todo ha cambiado....a peor pienso yo.

miércoles, 25 de junio de 2008

La aventura de la supervivencia

Cuántas veces nos hemos sentido extraños en una fiesta a la que hemos asistido y no conocíamos a nadie. Nos hemos sentido observados, aislados y hasta fuera de lugar.

En cambio, una fiesta es un lugar de ocio donde cualquiera puede desinhibirse y poder integrarse tras unas copas. El diálogo llegará con el paso de las horas, el acercamiento a los demás será irremediable.

Peor sensación sin duda deben tener y padecer los miles de inmigrantes que llegan a la fiesta de la esperanza sin mas equipaje que unos harapos mojados y malolientes. Llegan a un país en el que son recibidos por las fuerzas de seguridad y los miembros de la Cruz Roja. Un recibimiento que aunque pudiera parecer hospitalario no es más que la antesala de una extradición cercana en el tiempo.

Las ilusiones se ven truncadas, el hilo de optimismo se rompe y la pesadilla de la vuelta comienza a rondar unas mentes cansadas, agotadas.

Duro debe de ser huir del país donde uno nació, donde conoció a su mujer, a su marido, a sus hijos, un país al que uno ama, pero que el hambre le hizo optar por coger la patera de la esperanza.

Situaciones difíciles y crueles que en las costas españolas se viven casi a diario. Con la llegada del buen tiempo las huidas se multiplican. Huidas hacia un laberinto de terror, miedo, oscuridad, frío, nauseas, etc.

En España algunos inmigrantes si se sienten verdaderos extraños, desconocen idioma, costumbres, documentaciones, etc, sobrevivir en la sociedad del desarrollo les transforma en verdaderos héroes de una sociedad en la que el equilibrio económico de los países no es desde luego el deseado.

martes, 24 de junio de 2008

Empleo público: volvemos en dos años

La máxima autoridad de este país anuncia por fin que reconoce una crisis mas que evidente. Como dice el refrán más vale tarde que nunca. El problema viene con la medida adoptada por este ejecutivo, disminuir el gasto público.

En principio acertada y hasta lógica, pero anunciar que el empleo público se reducirá de manera drástica puede acentuar aún mas el caos existente en algunos sectores de la administración. Todos tenemos muy cercano el caos existente en los juzgados españoles, este alto en el camino, donde las convocatorias públicas de empleo se paralizarán puede agravar aún más el lento proceso de la justicia en nuestro país.

A esto habría que añadir el pesimismo del que se apoderarán miles de opositores que verán truncadas sus esperanzas tras años de estudio, pagos de academias preparadoras, etc etc. La salida laboral de miles de jóvenes se quedará en “stand by” mientras dure este proceso regresivo de la economía.

Sus esperanzas de acceder a una vivienda se desvanecerán por completo, las expectativas de futuro harán que haya una recaída anímica que generará visitas masivas al psicólogo, donde buscarán un halo de optimismo que pueda dar sentido a sus vidas.

El señor zapatero con este anuncio ha abierto las puertas de un oscuro túnel del que ni siquiera se sabe si tendrá salida. Esfuerzo, ingenio, sacrificio es lo que espera a los españoles para afrontar estos próximos años y sobre todo, suerte, mucha suerte.

lunes, 23 de junio de 2008

La locura del fútbol

En pocas ocasiones nos encontramos con muestras tan evidentes de un seguimiento mayoritario de una actividad. El partido entre la selección española y la italiana ha sabido movilizar a todo un país. Una hora antes del partido las calles de las ciudades parecían ser el escenario de una guerra química, la actividad humana quedaba reducida de forma considerable, el tráfico rodado era el similar al existente a la madrugada de un día de diario.

La fiebre por el deporte nacional es evidente, bares, zonas de ocio, instalaban pantallas gigantes en un intento desesperado por paliar la crisis actual y poder hacer caja durante las dos horas que dura el encuentro.

De todo ello, se podría hacer una lectura sobre el comportamiento de la sociedad actual. En momentos de crisis se busca desesperadamente momentos de desahogo, buscamos olvidarnos, evadirnos de las preocupaciones diarias. Lo curioso del asunto es que la solidaridad con la que todos acudimos para ver un evento deportivo de este tipo, no se produce por ejemplo si necesitásemos una convocatoria de huelga general en protesta contra la actual situación económica del país.

El seguimiento que habría para tal fin no sería respaldado por la amplia mayoría en casos como el del fútbol. Eso pone de relieve que a veces lo importante no preocupa como debiera, en cambio, las cosas mas banales consiguen repercusiones y efectos nunca imaginados.

sábado, 21 de junio de 2008

La vida en plató

Operaciones “Malaya”, “Astapa”, y yo me pregunto quién será el encargado de poner nombre a estas operaciones policiales, porque no me dirán ustedes que a veces debe ser difícil poner nombre a las muchas operaciones policiales contra la corrupción urbanística, la droga, etc.

A la policía ha llegado en los últimos años el marketing televisivo y es que comprueben cómo cuando nos muestran imágenes de alijos de droga lo bien colocados que aparecen los fardos, los paquetes de coca, el letrero de la agencia tributaria presidiendo el expositor, y el oficial de la policía con sus mejores galas.

O los móviles incautados a bandas de ladrones, todos colocados por marca, tamaño y color. Los fajos de billetes de cincuenta euros abiertos cual baraja de naipes, los relojes perfectamente alineados, etc.

Son puestas de largo de cara a los medios de comunicación, algo que no sólo queda en la organización de verdaderos expositores que mas bien parecen preparados por auténticos escaparatistas, la cosa va más allá. Y es que ahora nuestras fuerzas de seguridad se meten de lleno en el séptimo arte. Por ello, tambien nos venden a modo de pequeños trailers las entradas en domicilios, los asaltos a mansiones...evocando los hombres de Harrelson de la época. Además con marca de la casa para que no haya dudas de quien es la productora, así en la esquina de la pantalla podemos ver el logo de la policía, asi nadie pensará que se trata de la ultima producción de la Warner.

Todo este nuevo espectáculo multimedia me lleva a sospechar que tras todo esto no hay más que un lavado de cara sobre la mala opinión que tiene la gente de la eficacia de las fuerzas de seguridad. El sentir general es que la policia no hace nada, que siempre llegan tarde, que todo ocurre ante su mirada y ni se inmutan, etc.

Ello había que contrarrestarlo de forma eficaz, había que hacer público las operaciones exitosas porque los fracasos policiales no llegan a los periodistas. Tampoco hace 30 años los éxitos eran conocidos por la prensa, salvo filtraciones.

Me parece que en cada profesión hay aciertos y errores, pero no todos tenemos la suerte de vociferar a los cuatro vientos lo mejor de nosotros, en menos cabo de la menor publicidad que podría redundar a favor de nuestro éxito laboral. Los de uniforme se han enganchado al espectáculo mediático y eso no me augura nada bueno.

jueves, 19 de junio de 2008

Vivencia en soledad

Enfrentarse a la realidad no siempre es fácil, a veces hasta preferimos dar la espalda a lo que es más que un hecho evidente. El ser humano tiene todas las defensas posibles a disposición en momentos difíciles. La psique se pone a trabajar de forma automática para generar armas defensivas que procuren mantener la serenidad y tranquilidad interior.

Hasta la necesidad de compañía para evitar silencios y soledades descabelladas que nos lleven a estados de ansiedad puede suponer el mayor de los disfrutes cuando ni siquiera nos salen las palabras del alma.

Miedos, temores, tendencia a huir de la preocupación que nos embarga no son más que una sucesión de situaciones que se agolpan de forma inconsciente y que casi parece imposible rechazar.

Son momentos en los que en el horizonte más inmediato se dibuja una oscura neblina que no nos deja posibilidad alguna de percibir halos de optimismo, comenzamos a adentrarnos en el túnel que nos llevará a ninguna parte.

Secuelas de toda una vida, frustraciones traídas al presente, dudas que asaltan a nuestra mente sobre un inevitable devenir de lo que casi parece ya irremediable. Se siente la necesidad de dar un salto agigantado en el tiempo y ser uno mismo espectador de lo que deparaba ese futuro que ahora mismo no acertamos ni siquiera a imaginar.

Sólo aferrarse a lo divino puede darnos un hilo de esperanza. Curioso, precisamente en estos momentos, lo divino se hace cada vez mas terrenal, o al menos eso pedimos con la cobardía del miedo.

miércoles, 18 de junio de 2008

Un poquito de cordura

La controversia sobre la fiesta nacional esta ya muy manida. Han sido muchas las horas que ha ocupado en charlas y coloquios entre aficionados y detractores, muchas las horas de parrilla televisiva y cientos de artículos dejaron correr su tinta en defensa o en detrimento de una fiesta muy nacional.

Personalmente la fiesta del toro es algo que siempre me atrajo, sus entresijos, el argot taurino, la plástica, la música, etc.

El arte de la fiesta taurina radica en saber adornarse ante un toro bravo, en llevar a cabo una faena y sabiendo sacar faena de donde no la hay. Para ello el torero arriesga su vida frente a un animal salvaje, frente a frente, ambos se defienden y presentan sus propias armas.

El toreo debe llevarse a cabo con maestría, con belleza, sabiendo estar en su sitio en cada momento. Hasta aquí nada nuevo aporto a este polémico arte de la tauromaquia, pero si creo que esos valores deberían perdurar en el tiempo.

Y es que todo esto lo digo porque en las últimas semanas el diestro madrileño José Tomás está dando al traste con todas estas nociones básicas del toreo. Y es que no creo que lidiar una res brava con el arrojo desmesurado de este señor sea propio de una fiesta. La fiesta debe ser lúdica, festiva y no auspiciadora de tragedia.

Arrimarse hay que arrimarse, pero con cabeza, sabiendo estar. José Tomás hoy catapultado por los críticos a lo más alto de la cúspide taurina creo que tan solo pretende mostrarnos un suicidio por entregas. Creo que se puede salir por la puerta grande sin tener que pagar el peaje de la enfermería.

Prefiero un toreo con arrojo pero con aplomo. Una lidia con elegancia, con emociones pero sin sobresaltos.

martes, 17 de junio de 2008

Las nuevas locuras

Cada día que amanece nos enfrentamos en la prensa con la misma vergonzosa noticia y lo que es peor aún, nos acostamos sabiendo que esa noticia no será la última. Me cuesta analizar los porques de las conductas humanas que en la sociedad actual de ocio y consumo llevan a realizar auténticos abusos de la propia raza humana.

El abuso a menores se esta convirtiendo en la epidemia de la degeneración humana en el siglo XXI. El surgimiento de este dañino brote auspiciado por las nuevas tecnologías debería ser analizado por los sicólogos y no por las fuerzas de seguridad. Los niños, los bebés han venido a este mundo a intentar ser felices, a jugar, a aprender a sonreir. No han venido a ser juguetes en manos de adultos con graves trastornos psíquicos.

No puedo comprender como se puede pretender buscar sexo en un niño con tres años. Con esa edad un niño debe despertar ternura, pero bien entendida, debe inspirar cariño y protección y nunca agresión física o psíquica.

No debemos hablar de locos cuando nos referimos a estos nuevos criminales, ni a personas aisladas socialmente, ni carentes de cultura. Los agresores vienen siendo padres de familia con ordenadas vidas aparentes, profesores de escuela, policías, etc.

No estamos ante personas de las que se pueda decir que desconocen lo que hacen, tienen plena conciencia de ello, y eso es lo que me aterroriza. Si son capaces de llevar a cabo prácticas sexuales con menores, ¿hasta donde pueden llegar llevados por esa locura?

Se habla de hacer públicas las listas de pederastas y me pregunto de qué sirve eso. No hay que aislar a esos individuos de la sociedad, no hay que marginar. Hay que ayudar, curar, desintoxicar sus mentes de ese virus que les impulsa a llevar a cabo conductas con personas equivocadas. Hay que averiguar que parte de su aprendizaje en la vida falló, conocer las causas y buscar soluciones.

Hay que preveer, adelantarse en el tiempo y saber qué personas son proclives a desarrollar este tipo de conductas. Al menos por respeto a unos padres que deben quedarse sin aliento ante estas noticias. Ser padre de un niño que ha sufrido abusos debe provocar sentimientos encontrados. Un padre busca la protección de sus hijos permanentemente, quiere evitar el sufrimiento de los mismos a toda costa. Pero se nos escapa ese espíritu protector cuando ponemos los hijos en manos de una sociedad en la que empiezan a emanar conductas condenables de personas que ni siquiera sabemos quienes son, adonde van y qué pretenden.

Entre todos debemos buscar las causas de todo esto, qué sociedad estamos creando y detener el supuesto desarrollo del primer mundo. El abuso a menores no es desarrollo, es declive, es caos, es degeneración.

lunes, 16 de junio de 2008

Cuando el calor aprieta

Don Lorenzo empieza a hacer acto de presencia en el sur de nuestro país. Las temperaturas comienzan a ser algo mas que suaves. Las mangas cortas, la ropa ligera, las telas de algodón surgen de los fondos de armario como las flores estallan en primavera.

Ya sentimos la necesidad de refugiarnos en locales climatizados, de buscar la sombra para andar por la ciudad, de dejar el deporte para horas más frescas del día, y el agua ya apetece fresca, como se dice aquí, de la nevera.

Cenar en la terraza es ya un placer donde se disfruta de una sensible brisa. Los productos que ponemos a la mesa empiezan a dar toques de color que propician un auténtico bodegón refrescante. La sandía, el melón, las cerezas, las fresas, los albaricoques nos deleitan con sus jugos y texturas. El gazpacho andaluz se incorpora de nuevo a la temporada estival aportando su fuerza energética y calórica al mismo tiempo que nos refresca cualquier menú.

Los kioscos de helados nos recuerdan desde hace unas semanas que ya podemos degustar los distintos sabores y formas que hacen las delicias de mayores y pequeños.

Las piscinas comienzan a ser frecuentadas para refrescarnos con un chapuzón tras la jornada de trabajo. Los más pequeños con las vacaciones en puertas empiezan a soñar con bañadores, cubitos, rastrillos, flotadores, etc. Las arenas de las playas delatarán el ir y venir de miles de turistas que sobretodo en fines de semana salpicarán de color con sus toallas y parasoles la costa mediterránea.

Ha llegado el momento de mostrar nuestros cuerpos al astro sol con las cautelas debidas, y pintar nuestras epidermis con el ansiado moreno. De alguna u otra manera nos relajamos, las tardes son más largas, las veladas se prolongan sin preocuparnos del reloj, el estrés lo dejamos a un lado y solo nos preocupará el ocupar el mayor tiempo dedicados al ocio.

jueves, 12 de junio de 2008

Oiga, quiero matar a mi mujer.

Seguimos asistiendo perplejos a lo que acaece en nuestro país día tras día. El color negro empaña un paisaje colmado de desesperación, desesperanza, crisis y demás calificativos pesimistas. Hasta ahí nada nuevo, teniendo en cuenta que estamos gobernados por una pandilla de señoritas a las que su cartera ministerial les viene un pelín grande.

Como cuando la tonadillera Pantoja nos sorprendía con sus dotes culinarias con el pollo, la ministrilla de Igualdad, la señorita Bibi, nos sorprende con una medida muy esperada por la población. Y es que en tiempos de crisis lo mejor es facilitar un teléfono gratuito, que pagaremos todos, para que los hombres (entiendo que no hay mujeres agresivas) descarguen su agresividad antes de recurrir a la violencia.

Ya de por sí partimos de desigualdad, las mujeres antes de golpear con el cuchillo del jamón a sus maridos no podrán recurrir al teléfono gratuito. Pero eso es lo de menos. Me gustaría pasar un día en la sala de teleoperadoras que atenderán estas llamadas de arrepentimiento, o de aviso de matanza, porque la verdad es que no se muy bien cuando debería llamar y hacer uso de ese teléfono.

Entiendo que un lunes por la mañana, me levanto, me afeito, me visto y cuando me dispongo a salir por la puerta de casa a contra reloj para no llegar tarde a trabajar, mi mujer me dice eso de “¡¡ Antonio!!, ¿has tirado de la cisterna?”. Es en ese momento cuando debo descolgar el teléfono del sosiego y comunicar que mi mujer va a ser víctima de un cruce de insultos con posible final agresivo.

El secreto está en saber que es lo que nos ofrecerán a cambio al otro lado del hilo telefónico. Todo dependerá del presupuesto que haya destinado para tal efecto. Una idea podría ser ofrecer un fin de semana gratis en hotel con “la otra” a cambio de no levantar la mano. Pero igual nos encontramos que al otro lado del teléfono hay un sacerdote y nos promete la salvación si recurrimos al perdón en última instancia.

No deja de ser una auténtica frivolidad dar una rueda de prensa en plena huelga de transportistas y anunciar chorradas para distraer al pueblo español en los descansos de los partidos de la Eurocopa. Mientras España quiere ver a Zapatero sonreir y anunciar que todo esto del gasoil, desabastecimiento de mercados, etc no es más que nerviosismo social.

Sin duda, un perfecto país de pandereta, jarana y esas cosas.

miércoles, 11 de junio de 2008

Huelga de vagos y maleantes

Dada la difusión que está teniendo el conflicto de los transportistas, me uno con mi escrito a los miles de artículos que estos días inundan los distintos medios escritos de nuestro país.

A mi esta huelga no me parece mal, como diría un escolar, y es que parecer, pues no parece mal. Pero ahora bien, habría que preguntar a la población que no se manifiesta si ven lógico que esta huelga sea acaparada únicamente por camioneros, pescadores y ganaderos. Porque imagino que todos ustedes que son más inteligentes que el señor Zapatero, habrán caído en la cuenta de que el actual precio del gasoil afecta a todos, y por igual, si, por igual. O es que ¿ir a diario desde casa al trabajo aguantando caravanas y semáforos no afecta a nuestros bolsillos? ¿no pagamos tambien nosotros el abusivo precio del carburante?

Parece que esta subida nos toca el bolsillo a todos, un bolsillo con grandes agujeros como consecuencia de diversas subidas: agua, luz, alimentos básicos, tipos de interés, etc. Ahora bien, el derecho a la huelga lo tenemos todos, pero sólo lo ejercitan los caraduras, los desvergonzados. No soy duro, no, para nada, cuando suben los tipos de interés, a ningún españolito se le ocurre cortar carreteras, o romper cristales de escaparates de bancos.

Y es que esta huelga es una auténtica falta de respeto hacia el resto de los mortales. En momentos de crisis, todos somos víctimas.

A estos señores que ahora se quejan del precio del carburante les diría que desde hace muchos meses hay millones de españoles que por diversos motivos venimos apretándonos el cinturón de tal forma que cada vez circula con mas dificultad la sangre. Sangre que no tienen estos camioneros, pescadores y agricultores. ¿qué quieren? ¿Que el gobierno les venda el gasoil a mitad de precio para que sigan enriqueciéndose a niveles anteriores a la actual crisis? No, señores, no. Todos estamos en crisis, los constructores que reventaron la gallina de los huevos de oro, los comercios que no abarataron precios en su momento y ahora bajando no consiguen alcanzar los niveles de venta deseados.
Aquí toca joderse, y lo siento por la expresión. Y a los votantes del PSOE les diría que recuerden estos momentos de pasividad del Sr. Zapatero y sus secuaces. Mientras España entera, si, todos, llega a final de mes con sacrificio y esfuerzo desmesurado, la ministra de bienestar sale a la palestra para dar la buena nueva: un teléfono gratuito para los maltratadores. Eso es eficacia y saber dar respuesta a las necesidades de un país.

martes, 10 de junio de 2008

Un dia de casting

Como os decía ayer estuve en Sevilla, me presenté al casting de “Cifras y letras” programa que emite Canal Sur 2 a las 21.30 horas de lunes a viernes.

Al casting en sí no le veía mucho sentido pues no sabía en un primer momento que interés podría tener hacer una selección para participar en un concurso que, como me di cuenta, no tiene muchos aspirantes. Sólo había unas cuarenta personas.

Al llegar al hotel lo primero que hice fue desayunar, pues desde las seis de la mañana que me levanté ya tenia el estómago que me daba bocados. El casting era a las diez de la mañana, así que a las nueve estaba desayunando. Tras mi tiempo de avituallamiento me dirigí hacia el “Salón del Descubrimiento” lugar donde se realizaban las pruebas.

Al llegar observo que tan solo hay un aspirante, ya que, me entregan la pegatina con el número dos. Eso me dejó un poco frio, un salón enorme de una capacidad para doscientas personas y me encuentro con un señor con 82 años que lucía en su pegatina el número uno.

En la mesa me esperaban dos folios con una encuesta de los más absurda. Entre las preguntas mas interesantes destaco aquella en la que me decían que ¿a que famoso me gustaría parecerme y porqué? Me quedé en blanco, ni se me venía a la mente un famoso decente ni encontraba razón alguna para querer parecerme.

Ahí no acabó la cosa, otra pregunta para nota me esperaba unos renglones más abajo: ¿qué talento especial tenia? En ese momento sólo empecé a ser consciente de lo inútil que soy. No solo preguntaba por talento, sino además talento especial. Ahora solo pienso si detrás de esta encuesta está el retorcido del Sr. Risto Mejide.

Tras rellenar esta inverosímil entrevista escrita nos dispusimos a realizar una prueba de cifras y letras de igual duración y características que las del programa. Seis minutos para la gloria. 360 segundos para buscar una palabra de nueve letras que no pude encontrar, me quede en ocho.

Finalmente, una prueba de cámara, que no era más que un señor con una cámara de video Sony casera a la que tenias que responder tu nombre y tu disponibilidad para concursar entre agosto y septiembre. Total que he salido con la impresión de haber perdido un día en realizar en siete horas mas de quinientos kilómetros.

Todo sea por divertirse un rato concursando y ganar, si se puede, unos eurillos para poder pagar el gasoil. Si para esa época el gasoil se puede pagar porque al ritmo que va igual hay que pedir créditos de automoción.

lunes, 9 de junio de 2008

Un día sin mi blog

Hoy lunes no puedo estar con mis lectores, si los hay, me encuentro en Sevilla en el Hotel Al-Andalus Palace. He ido a realizar un casting para el programa de Canal Sur 2 “Cifras y letras”. Jamás pensé que para participar en un programa concurso de este tipo hubiese que superar un casting. Me parece un tanto absurdo pero habrá que someterse al mismo si queremos demostrar algo en el mundo de las letras y los números.

La prueba me dicen que dura dos horas; una primera parte donde se practica el juego en sí, de una hora de duración. La segunda parte es una prueba de cámara, que eso si que no sé qué es.

De todos modos, el martes os contaré con mas detalle los entresijos de estas cosas de la televisión.

sábado, 7 de junio de 2008

Tesoros del pasado

Alguna vez que otra hemos guardado algo en casa con la sensación de que almacenaríamos un objeto que jamás necesitaríamos y que mas tarde o más temprano acabaría en la basura. Las mudanzas ponen de relieve la cantidad de cosas absurdas e inútiles que atesoramos bajo la creencia de que nos servirá el día de mañana y a la que añadimos un valor que jamás lo tuvo.

Y es que hasta con problemas de espacio nos gusta apilar montañas de desperdicios, de recuerdos que no lo son, de amuletos de la infancia que queremos olvidar pero que ahí están, creamos inconscientemente la mayor de las oficinas de objetos perdidos de nuestra vida.

Nos dejamos embaucar por Diógenes con una facilidad sorprendente. Aún hay gente que conserva los Juegos Reunidos desde los 11 años, dicen que para cuando sus hijos quieran jugar. Sus hijos, los hijos de hoy, no saben que es el parchís, ni las damas, ni el juego de la oca, no alcanzan a comprender cómo pudimos tener juegos sin píxeles, sin resolución de pantalla, sin posibilidad de jugar on line.

Al final, una caja de cartón sellada con cinta adhesiva, contendrá el definitivo adiós a años de conservación en altillos de ropero, en trasteros con olor a humedad. Sin embargo, tendremos la sensación de que nos deshacemos del mayor de los tesoros.

Luego queda la tranquilidad de que al menos siempre recordaremos todos esos cachivaches, que no olvidaremos los momentos que disfrutamos con ellos. Es el inicio de un funeral que arranca con el duelo, el momento en que aún sentimos la pérdida.

Pero el paso de los años nos reportará nuevos momentos de guardar por guardar, ya no esconderemos nuestros juegos, llegará el momento de guardar los juegos de nuestros hijos, y serán éstos los que tendrán que deshacerse de ellos el día de mañana. Así generación tras generación, la historia se repetirá, y a nuestros nietos tocará el turno de arrojar al olvido las cosas de papá.

viernes, 6 de junio de 2008

El equilibrio que no llega

La vida no es mas que una especie de concurso en el que unos salimos ganadores y otros permanecen en la grada de fracasados. Pero aún así, hay quien no puede acceder a participar, son los marginados, los carentes de oportunidades en el concurso de la vida.

Las puertas se cierran a cal y canto para algunos, las cerraduras de la marginación seguirán oxidadas por mucho tiempo. Las llaves de la justicia permanecen perdidas y justificamos todo en la desidia, la dejadez y el olvido.

La raza, la religión, el sexo... son las armas que se usan en el campo del aislamiento social. Una artillería que todos hemos usado alguna vez y con la que hemos actuado sin miramientos para mantener bien alto la bandera del egocentrismo, del orgullo.

Cada día izamos banderas de falsas victorias tras contiendas sin sentido que nosotros mismos diseñamos con el único fin de salir victoriosos de la cosecha de monotonía y aburrimiento que sembramos de cara a la galería.

La aproximación a un mundo ideal -en el que haya lugar para todos, donde el fracaso y la victoria no vivan en permanente antonimia- está cada día más difícil. Los ríos de la cordura dibujan su curso entre montañas de obstáculos aparentes y no se ve una pronta llegada a la desembocadura de la equidad.

Cada minuto que empleamos en este ring de las desavenencias, nos aleja más aún de la ansiada tranquilidad que traerá el fluido diálogo de los hombres. Mientras haya acuerdo no habrá disputa, mientras sonreímos no ensalzamos la ira en los demás.

jueves, 5 de junio de 2008

Un mundo sin vigilancia


Son muchos los conflictos bélicos que se producen en estos momentos en los diferentes puntos de nuestro globo terráqueo. Guerras sin sentido que van consumiendo la esperanza de la humanidad de vivir en paz. Batallas sin tregua que alimentan las arcas de aquellos países que engordan sus ingresos con una industria armamentística cada día peor vista.

A pesar de la existencia de diferentes organismos internacionales que deberían de velar para que la carta de los derechos humanos sea respetada e imperase en todos los rincones del planeta, los abusos y atropellos permanecen impunes, parece como si nadie fuese vigilado. No llega a haber un verdadero control sobre las decisiones adoptadas por algunos países.

Organismos de control los hay, pero cierran sus ojos, miran a otro lado, hacia el de los intereses de los mas poderosos. Infringir normas es fácil siempre que el perjudicado sea el más débil. Las superpotencias siguen teniendo inmunidad, en cambio, a los países en desarrollo se le imponen restricciones, grandes aranceles, se les asfixia en el ámbito internacional.

Los ciudadanos de a pie parece que estamos vigilados de cerca por policías, el fisco, etc. En cambio las naciones vagan por el desierto de los abusos sin que un solo vigía declare la alerta ante la barbarie que se adivina en el horizonte.

Deberíamos de prestar todos y cada uno de nosotros nuestro apoyo o rechazo a estas decisiones, no dejar en manos de políticos apegados al poder, la maniobra de la muerte, la desolación y el caos. Y por eso siempre me he preguntado ¿quién vigila a los que nos vigilan?

miércoles, 4 de junio de 2008

La cultura que viene

Revistas, periódicos, teletextos, internet, news, radio, televisión...muchas son los medios a nuestro alcance hoy día para estar informados de todo lo que acaece en cualquier parte del mundo. Hoy no cabe lugar al aislamiento del conocimiento. La sociedad actual tiene la tremenda suerte de acaparar noticias a cualquier hora del día.

Imagino que así la cultura media ha debido de subir considerablemente sus niveles. El que no se informa es porque no quiere. A pesar de ello aún podemos ver como nuestros estudiantes de primaria y secundaria vierten en los exámenes respuestas tan disparatadas que me evocan la época primitiva.

Un ejemplo de ello lo podemos ver en http://www.lacoctelera.com/yaestaellistoquetodolosabe/post/2006/02/01/las-respuestas-mas-curiosas-y-divertidasen-examenes-la-eso- de estas respuestas solo podemos avergonzarnos, y me lleva a pensar que nuestra juventud no sabe a donde quiere ir ni cuál es su papel en una sociedad en la que parecen vivir de espaldas a la realidad.

Precisamente son los más jóvenes los que hoy tienen la suerte de tener los medios a su alcance para acceder a las pistas de la información. Todos disponen en casa de conexiones de alta velocidad a internet, pero que tan sólo usan para el ocio, y dentro de éste no cabe la cultura del conocimiento, ellos solo apuestan por los chat, los juegos on line, etc.

Los libros de texto a todo color, con magníficas fotografías, perfectos encuadernados solo sirven a ellos para acumularlos y poder apoyar sobre ellos la nueva consola de videojuegos.

Asistimos a un desentendimiento por parte de la juventud de todo aquello que según ellos “no mola”. Si los alumnos de los años 50 hubiesen podido tener a su alcance los medios de que disponen hoy día los preuniversitarios, España sería un país exportador de grandes talentos. Antes, acceder a la educación no era fácil, el trabajo antes de los 12 años en el campo, ayudando en las tareas del hogar, etc provocaban que acudir al colegio era tan solo un privilegio de unos pocos: el hijo del boticario, la hija del alcalde y poco más.

Hoy la realidad es bien distinta, acceso gratutito para todos, profesionales cualificados al frente de la enseñanza, ordenadores para todos, infinidad de libros de texto...y todo en manos de una generación que sólo cultiva el ocio. Dentro de treinta años preguntar en un examen quién fue Camilo José Cela será ser muy duro con unos estudiantes que asisten impasibles a todo lo que acaece.

martes, 3 de junio de 2008

Hipocresía de color

A veces no es fácil comprender las situaciones que viven y atraviesan los miles de inmigrantes que llegan a nuestro país. Llegar a un país donde en la mayoría de las ocasiones el idioma es ya un obstáculo a salvar, recrudece las situaciones que viven en su día a día estas personas. Preguntas tan simples como averiguar donde regularizar sus papeles, cómo alquilar una vivienda, buscar trabajo o hacerles comprender situaciones jurídicas, pueden ser auténticos escollos para unas personas que junto al desconocimiento del castellano permanecen impregnados del miedo a la exclusión social.

Las estadísticas no hablan de que el pueblo español sea xenófobo, pero no me gustan las estadísticas. Hay actitudes xenófobas que quedan enmascaradas por las rutinas diarias. Así no querer alquilar a inmigrantes una vivienda es una actitud xenófoba, y no está nada justificada. El no hacer frente al pago de una renta mensual puede ocurrirle a un propietario español tanto con un inquilino senegalés como con uno cordobés.

No hay que olvidar que esta comunidad inmigrante está dejando en nuestro país una riqueza muy necesaria en momentos de crisis como los actuales. La mayoría de las bolsas de viviendas en alquiler de nuestro país están siendo absorbidas por estos grupos, además en muchos casos suelen regentar negocios de venta de comestibles típicos de otras culturas, esto conlleva una fuerte demanda de alquiler de locales de negocio.

Por tanto, debemos aceptar una realidad, España es un país cuyas fronteras se abrieron hace unos años, y al igual que nuestros abuelos y nuestros padres emigraron a países como Francia o Alemania, donde trabajaron y obtuvieron ingresos para volver a su país de origen con unos ahorros que le permitieron vivir con dignidad, ahora otras personas hacen lo mismo en el nuestro.

Cada una de estas personas no eligen salir de sus países, dejar a sus familias, etc por placer, lo hacen por mera necesidad. Hacia todos ellos habría que desplegar los brazos de la solidaridad y pensar que muchos de ellos viven en nuestro país en condiciones infrahumanas, y eso, sólo lo podemos paliar nosotros. A veces el tercer mundo lo tenemos muy cerca de casa, pasamos a diario delante de ellos, le negamos su condición de ciudadano. Cualquiera de nosotros podemos en un futuro tener la necesidad de salir de nuestro país en busca de lo que no encontramos, en busca simplemente de esperanza.

lunes, 2 de junio de 2008

El petroleo: detonante de una crisis

Me da miedo pensar que podamos acabar como algunos países sudamericanos, donde junto a gobernantes dictatoriales nos encontramos con economías tercer mundistas. El precio de barril de crudo está siendo el detonante de una serie de huelgas en diversos sectores que están muy vinculados con bienes de primera necesidad para la población.

Sin transporte de mercancías podíamos llegar a ver nuestros supermercados con sus estanterías despobladas, eso llevaría a la población a saquear las tiendas de forma desesperada para poder subsistir con al menos un mínimo de alimentos.

Nuestra flota pesquera acabará amarrada en puerto, para comer pescado deberemos coger nuestra propia caña de pescar y aventurarnos a dejar pasar las horas en espera de que los peces piquen el anzuelo del hambre.

Este tipo de carencias harán mella en una población que inmersa bajo una inflación aberrante y asistiendo impotente a una escalada de los créditos hipotecarios, necesitará muy poco para echarse a las calles y sublevarse. Nuestros gobernantes tendrán que estar muy atentos a los movimientos que los agentes sociales lleven a cabo en estos próximos meses, pues se podría desencadenar un caos económico y social sin precedentes en este país.

La delincuencia podría proliferar de forma espectacular como consecuencia de cruzar el umbral razonable de la pobreza y el hambre. Nos podemos encontrar familias que en estos momentos no llegan a final de mes, que en momentos de crisis mas agudos, se vean obligados a subsistir a cualquier precio.

El horizonte que se vislumbra no es muy halagüeño, estamos ante la primera consecuencia de una crisis a nivel mundial, el precio del crudo ya ha puesto las cartas sobre la mesa del caos, otros imprevistos acechan nuestras vidas, esto no ha hecho mas que empezar. Lo único que cabe esperar es que nuestro políticos no favorezcan que cunda el pánico y la alarma social.