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lunes, 2 de junio de 2008

El petroleo: detonante de una crisis

Me da miedo pensar que podamos acabar como algunos países sudamericanos, donde junto a gobernantes dictatoriales nos encontramos con economías tercer mundistas. El precio de barril de crudo está siendo el detonante de una serie de huelgas en diversos sectores que están muy vinculados con bienes de primera necesidad para la población.

Sin transporte de mercancías podíamos llegar a ver nuestros supermercados con sus estanterías despobladas, eso llevaría a la población a saquear las tiendas de forma desesperada para poder subsistir con al menos un mínimo de alimentos.

Nuestra flota pesquera acabará amarrada en puerto, para comer pescado deberemos coger nuestra propia caña de pescar y aventurarnos a dejar pasar las horas en espera de que los peces piquen el anzuelo del hambre.

Este tipo de carencias harán mella en una población que inmersa bajo una inflación aberrante y asistiendo impotente a una escalada de los créditos hipotecarios, necesitará muy poco para echarse a las calles y sublevarse. Nuestros gobernantes tendrán que estar muy atentos a los movimientos que los agentes sociales lleven a cabo en estos próximos meses, pues se podría desencadenar un caos económico y social sin precedentes en este país.

La delincuencia podría proliferar de forma espectacular como consecuencia de cruzar el umbral razonable de la pobreza y el hambre. Nos podemos encontrar familias que en estos momentos no llegan a final de mes, que en momentos de crisis mas agudos, se vean obligados a subsistir a cualquier precio.

El horizonte que se vislumbra no es muy halagüeño, estamos ante la primera consecuencia de una crisis a nivel mundial, el precio del crudo ya ha puesto las cartas sobre la mesa del caos, otros imprevistos acechan nuestras vidas, esto no ha hecho mas que empezar. Lo único que cabe esperar es que nuestro políticos no favorezcan que cunda el pánico y la alarma social.