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jueves, 17 de julio de 2008

A vosotros cuatro y a los que faltan...gracias.

Cuando me decidí a insertar escritos y opiniones en este blog sabía que no pasaría de ser mas que una colección de “mis cosas” y cuyo eco no iría más allá de la pantalla de mi monitor. Pero internet es una ventana al exterior y eso hace que nunca estemos solos, siempre estaremos vigilados por algún internauta.

Dicen que un buen escritor es aquel que a través de sus libros es capaz de transmitir sensaciones, emocionar. Mi reflexión “Vencer y continuar” ha derivado en una serie de comentarios que sin duda han reportado a este blog algo muy importante: la interconexión.

Son cuatro comentarios que a un servidor le han llenado el corazón de lágrimas, y sepan una cosa, hace tiempo que no me ocurría y ya se echaba de menos poder disfrutar de esa sensación. A veces en momentos de dificultad observas como se acerca la gente y te echa la mano por encima del hombro y te da ánimos. Pero no son verdaderos ánimos, no son mas que un frío saludo, es el pésame de la hipocresía.

En cambio, mis cuatro comentarios, y digo “mis” porque siempre irán conmigo, no solo por lo que significan, sino porque son para mi y me los quedo, son un derroche de sinceridad, de ternura, de comprensión. Son palabras hilvanadas con la dulzura del verbo, mostrando un amor hacia el que les habla que uno mismo ignoraba y por lo que me siento culpable.

Desde aquí quiero agradecer a los autores de “mis” comentarios vuestra ternura y confesaros que desde hoy procuraré que vuestro aliento se traduzca en ganancia de peso y mejora de mi estado físico. Quiero que sepais que estoy muy bien de ánimos y que éstos no decaeran, o al menos no debo permitirlo, os lo mereceis.

Un millón de gracias.