El tiempo

martes, 20 de mayo de 2008

Algo más

En esta vida, cada minuto que pasa, se es testigo de infinidad de situaciones caóticas, de injusticias varias que no nos da tiempo a asimilar, de sobresaltos por noticias que no esperamos y a veces de algunas que si esperamos. A nuestro alrededor acaecen hechos que dejamos de lado, que pretendemos ignorar y miramos hacia otro lugar.

Cada individuo se rodea de sus circunstancias, de su convivir diario con la familia, el trabajo, las preocupaciones...y es posible que pasemos por alto el tren de la realidad. Permanecemos inmersos en un mundo que no hemos elegido, pero en el que pretendemos vivir lo mejor posible, para ello desechamos lo que no nos interesa, lo que nos hace perder el tiempo en favor de nuestro beneficio propio.

Disfrutamos y hasta nos regocijamos dentro de nuestro egoísmo, a veces, hasta da un poco de vergüenza ofrecer nuestro tiempo a los demás, parece que es algo poco habitual y no queremos destacar. Que lo tachen a uno de solidario puede causar rubor en nosotros y los demás mirarnos con el descaro de quien no nos comprende.

Sin embargo, admiramos la labor de miles de voluntarios, de miles de personas que desde dentro de diferentes ONG´s desarrollan en el planeta labores necesarias e imprescindibles. Nos gusta ver a Médicos sin Fronteras aportar en el tercer mundo sus conocimientos para paliar enfermedades que en el primer mundo ni siquiera lo son. Manos Unidas trabajando por hacer un simple pozo para dar agua a niños que mueren sin remedio, e incluso a veces pensamos que mueren por simple estadística.

No deberíamos permitir que nuestros hijos dejen sin desarrollar ciertos instintos, es más, hay que fomentar en los colegios valores como la solidaridad, el voluntariado, la ayuda a los demás. Hoy en día, los gobiernos preocupados por poner o quitar asignaturas incómodas, deberían de enarbolar en los centros educativos la bandera del simple civismo, deben ayudar a crecer como seres humanos. En cambio, nuestra juventud inmersa en un mundo de competencia, solo aspira a obtener buenas calificaciones para acceder a carreras universitarias que los prepararan para luchar en un mundo inhóspito en una carrera desenfrenada por alcanzar logros sin sentido.

Habría que poner barreras a esa carrera, y aprender a andar y caminar despacio, llenando nuestras vidas de otros sabores más reconfortantes.