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viernes, 16 de mayo de 2008

Condena a la prepotencia

En un país en crisis, sumido en una espiral de incertidumbres, en la que muchos españoles sólo rezan para que el euribor no siga escalando posiciones, que el paro no lleve a las familias a la ruina, etc nos encontramos casos tan rocambolescos como el de doña Telma Ortiz.

Una amarquesada señora que mientras la mayoría de los mortales se desvelan durante la noche por auténticos problemas, ella ni corta ni perezosa ha demandado a cincuenta medios de comunicación porque señala la susodicha que le molesta que la sigan y la fotografíen los periodistas.

Una auténtica falta de respeto me parece lo que ha pretendido con tan absurda demanda, que por cierto, lo de absurda no lo digo yo, ha quedado demostrado tanto por el fiscal como por el juez, que finalmente desestiman dicha petición. Y es una falta de respeto porque esta pija venida a más se ha querido escudar en ser la hermanísima, en ser alguien cercano a la Corona para así presionar a la justicia. Pero por una vez la justicia ha tenido la venda en los ojos, y ha actuado con contundencia, le ha dado a Telma un no rotundo.

Y es que no se puede salir de los juzgados en coche particular para huir de la prensa, porque eso es ya un privilegio que no tenemos el resto de los mortales. Ella tiene privilegios y muchos...a mi no me invitan a las recepciones de palacio, por eso no soy popular, ella sí. Y si eres popular, hay que asumir las consecuencias, vaya, que tiene que apechugar con las nubes de paparazzis, eso es lo que hay señorita.

Además aunque doña Telma Ortiz no lo crea, la constitución española, cuyo texto debe respetar, prohíbe cualquier tipo de censura previa en este país democrático. Ir en contra de esta norma es ir contra todos los españoles, y eso es lo que ha intentado y le ha salido el tiro por la culata. Es más, ahora deberá hacer frente a las preguntas de los paparazzis sobre su parecer por la desestimación de su demanda.

No me da pena ninguna, ojalá tome tranquilizantes para dormir, ojalá esta decisión judicial le ayude a poner los pies en la tierra, y vea de alguna forma que en esta vida todos los mortales sufrimos día a día, aunque algunos se quejen por puro vicio. De momento a pagar toca, si , porque ha sido condenada al pago de costas. Los demás también pagamos, ella quizás tenga menos problemas para pagar, aunque señora Telma, siempre puede financiarse en platós de televisión. Venga anímese.