El tiempo

lunes, 16 de junio de 2008

Cuando el calor aprieta

Don Lorenzo empieza a hacer acto de presencia en el sur de nuestro país. Las temperaturas comienzan a ser algo mas que suaves. Las mangas cortas, la ropa ligera, las telas de algodón surgen de los fondos de armario como las flores estallan en primavera.

Ya sentimos la necesidad de refugiarnos en locales climatizados, de buscar la sombra para andar por la ciudad, de dejar el deporte para horas más frescas del día, y el agua ya apetece fresca, como se dice aquí, de la nevera.

Cenar en la terraza es ya un placer donde se disfruta de una sensible brisa. Los productos que ponemos a la mesa empiezan a dar toques de color que propician un auténtico bodegón refrescante. La sandía, el melón, las cerezas, las fresas, los albaricoques nos deleitan con sus jugos y texturas. El gazpacho andaluz se incorpora de nuevo a la temporada estival aportando su fuerza energética y calórica al mismo tiempo que nos refresca cualquier menú.

Los kioscos de helados nos recuerdan desde hace unas semanas que ya podemos degustar los distintos sabores y formas que hacen las delicias de mayores y pequeños.

Las piscinas comienzan a ser frecuentadas para refrescarnos con un chapuzón tras la jornada de trabajo. Los más pequeños con las vacaciones en puertas empiezan a soñar con bañadores, cubitos, rastrillos, flotadores, etc. Las arenas de las playas delatarán el ir y venir de miles de turistas que sobretodo en fines de semana salpicarán de color con sus toallas y parasoles la costa mediterránea.

Ha llegado el momento de mostrar nuestros cuerpos al astro sol con las cautelas debidas, y pintar nuestras epidermis con el ansiado moreno. De alguna u otra manera nos relajamos, las tardes son más largas, las veladas se prolongan sin preocuparnos del reloj, el estrés lo dejamos a un lado y solo nos preocupará el ocupar el mayor tiempo dedicados al ocio.