En pocas ocasiones nos encontramos con muestras tan evidentes de un seguimiento mayoritario de una actividad. El partido entre la selección española y la italiana ha sabido movilizar a todo un país. Una hora antes del partido las calles de las ciudades parecían ser el escenario de una guerra química, la actividad humana quedaba reducida de forma considerable, el tráfico rodado era el similar al existente a la madrugada de un día de diario.
La fiebre por el deporte nacional es evidente, bares, zonas de ocio, instalaban pantallas gigantes en un intento desesperado por paliar la crisis actual y poder hacer caja durante las dos horas que dura el encuentro.
De todo ello, se podría hacer una lectura sobre el comportamiento de la sociedad actual. En momentos de crisis se busca desesperadamente momentos de desahogo, buscamos olvidarnos, evadirnos de las preocupaciones diarias. Lo curioso del asunto es que la solidaridad con la que todos acudimos para ver un evento deportivo de este tipo, no se produce por ejemplo si necesitásemos una convocatoria de huelga general en protesta contra la actual situación económica del país.
El seguimiento que habría para tal fin no sería respaldado por la amplia mayoría en casos como el del fútbol. Eso pone de relieve que a veces lo importante no preocupa como debiera, en cambio, las cosas mas banales consiguen repercusiones y efectos nunca imaginados.
lunes, 23 de junio de 2008
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